Ensimismados en su orgullo;
Olvidan que lo suyo,
Será eterna rabieta.
Se me muere el corazón,
En un balde lo he tirado;
Todo porque ha sospechado
Que ya no tiene una razón.
Razón de ser, de ser amado,
Razón de olvidar, de ser olvidado.
Dios que me escuchas, ya no te escondas,
Que ahora seré yo que de mi sea sombra.
Dios olvidado, yo no te olvido;
¿Cómo olvidar que contigo he jugado?
¿Cómo olvidar tus preciosos vestidos
Mientras yo andaba cubierto de trapos?
Recuerdos del 15 de diciembre de 2006