viernes, 10 de mayo de 2013

HOY VIVO

“Como siempre... como nunca.” Al revés termina ese verso.
Como siempre porque soy el de ayer.
Como nunca porque soy otro.

Víveme, como a cualquier otro ser humano vives.
Resucítame, pues la verdad había muerto entre los mares profundos de su sentir.
Velame, como velaron a Lázaro antes de salir de su tumba
porque salí de lo más profundo del valle de huesos,
de sus rincones obscuros, de los gritos al cielo
y tal vez, sólo tal vez volveré a retomar una vez más lo que perdí.

Duérmete que el mar seguirá rompiendo olas en la orilla.
Gruñe hasta el final, donde termino acabado y de rodillas.

Soy el hijo del hombre, del rey que no teme y de una mirada perspicaz.
Soy todo lo que soy gracias a mi,
gracias a mis manos que, trémulas, acarician hoy el viento.
Sin pensar actúo y sin vivir siempre vivo.
Hoy vivo.

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