Sacando cosas de mis notas...
Soy un aficionado en todas las áreas de mi vida: música, literatura, poesía y hasta en pensamientos. Solo intento ser yo mismo pero hago lo que todos. No soy nadie ni lo seré. He creado cosas que lo único que han hecho es mal a mi y a los que me rodean. No soy nadie ni lo seré.
Música: Llegó un momento de mi vida en que todo era música. Estaba en mi casa tocando guitarra en el balcón. Inventaba nuevas cosas; aprendía sólo. Claro, estudié también música. Estudié música hasta que el profesor me dijo que no tenía mucho para enseñarme, y fue entonces que me pregunté, ¿para qué sigo pagando las clases si ya no me van a enseñar nada nuevo? Lo único que aprendí nuevo fue la teoría y solfeo, y era una clase aparte. Antes de eso, desde pequeño tocaba percusión: bongós, pleneras, batería y otros. Pero me enamoré de la guitarra y ahí me he quedado. Me he quedado, literalmente. No me he movido; no he creado nada más; no estoy siendo un músico. Todo lo que tenía al respecto se fue desintegrando poco a poco hasta que ya no hubo nada; hasta ahora, que no hay nada. Sólo una Epiphone SG Prophecy negra en su estuche; Active Hambuckers EMG-81/85, veinticuatro trastes, y llena de polvo. Necesito una cabina y un head, pero ahora me pregunto, ¿para qué? Aún así todo sigue siendo música para mí. Glen Hansard y Damien Rice son mis mejores acompañantes en éstos momentos.
Literatura: Comencé a pensar en la literatura, en estudiarla, en llenarme de ella desde que comencé a escribir. Al principio no tenía mucho de lo cual escribir, pero poco a poco surgieron nuevas ideas. Comencé a escribir una historia de vampiros... tenía la esperanza de que algún día llegara a ser novela. Lo siento por mí, pero ese día, al parecer, no llegará. Allí está en una libreta Jean Book en algún lugar de mi casa; con un floppy disk adentro de ella, en el cual comencé a grabarla mediante iba editándola. Tiene muchos detalles, detalles que al final te das cuenta que eran importantes... pero ése fue el problema: nunca encontré un final. El vampirismo siempre me llamó la atención, pero no lo usé en mi historia como lo usa Anne Rice en sus novelas (una de mis escritoras favoritas); el vampirismo en mi historia es una metáfora de cómo el mundo ve ciertas cosas como "malas", las encajona dentro de un término y de ahí no pueden salir. Pero la cruda realidad es que no vivimos en un mundo ni blanco ni negro; hay muchas áreas grises. El vampiro representa algo malo, pero yo lo transformé para que fuera algo diferente. Alguien que no tuvo opción de ser lo que es; alguien con muchos resentimientos en su vida, con ganas de salir adelante y demostrar a muchos que independientemente de ser diferente, podía ser igual o mejor. También era una crítica al "cristianismo" que se predica hoy en día, y reflejaba muchas cosas de mí, de mi historia. Mas bien, era mi historia disfrazada. Como sea, todo eso desapareció. No creo que sea tan bueno como para hacer algo así y que la gente lo lea. No creo que si estudie literatura, algún día sea alguien. No me malinterpreten, no soy pesimista; soy realista porque tengo que serlo y más conmigo mismo.
Poesía: Comencé a escribir poesía como a los catorce años. Cogí una libreta y dije: "quiero escribir algo". Escribí algo... espantoso, by the way. Por ahí está, también, en algún lugar de mi casa. Seguí escribiendo poesía, y la mayor parte de ella se fue transormando en un desahogo. Conocí a alguien que dejó, por lo menos, cinco años de mi vida bien marcados. La mayor parte de lo que escribía era para ella. Decidí quedarme solo por todo ese tiempo, pensando en mi ignorancia que llegaría un día en que no nos separaríamos. Llegó un reencuentro... no fue nada de lo que pensé. Antes de ese reencuentro habían pasado cerca de dos años que no pensaba en nada que tuviese que ver con ella. Ya había cambiado y era diferente. Comencé a escribir sobre otras cosas. Comencé a escribir sobre la depresión en que vivía. Obviamente, siempre he sido bueno ocultando esas cosas. Aunque mis lectores eran otros, y pensaban que estaba deprimido, siempre había algo que los hacía cambiar de opinión. Yo era una persona diferente ya. No era el rockerito con muchas pulseras negras y con cara de depresión. Ya era hombre (digo...). Ahora me dedicaría a otras cosas, pero siempre la poesía seguía siendo mi escape, acompañada de mi música y de las cosas que leía. Siempre ha sido mi escape... sentarme en el techo de mi casa justo a las cinco de la tarde para ver como el sol se esconde mientras me escribía yo mismo en palabras, tratando de descifrar quién era, quién fui y quién iba a ser. Escribía mis sueños, mis metas, y pensaba en lo grande que sería hasta que fue pasando el tiempo y los sueños, las metas y los pensamientos se iban alejando. Sigue pasando el tiempo y todo se ve tan borroso que ya casi no veo nada.
Pensamientos: Desde pequeño mi padre, mis hermanos y familiares me han dicho que he sido alguien que piensa mucho. Le daba mucha vuelta a las cosas, preguntaba demasiado, salía con cosas que eran impresionantes para un niño de seis o siete años. Mi lógica no era usual. Todavía pienso mucho, pero hago poco. Las experiencias me han llevado a ésto. Mis pensamientos, si los llevo a los hechos, siempre termino haciéndole daño a alguien y a mí mismo. Sinceramente, no quiero ser una persona egoísta que hace todo lo que piensa para "ser feliz"; siempre pienso en los demás. Hay personas que me han dicho que eso está mal, que uno tiene que pensar en uno mismo primero que en los demás, pero yo no soy así. Hago, he hecho y seguiré haciendo cosas sólo porque es lo correcto y es lo que debo hacer. Si fuera por lo que yo quiero, créanme, no tuviese lo que tengo, no sería lo que soy y me perdería totalmente. Mis pensamientos no son positivos para muchos... tal vez son demasiado sinceros, realistas, verdaderos, pero lamentablemente vivo en un mundo al que no le gusta el realismo. Todos prefieren vivir en una fantasía sin mirar lo que realmente son, porque tienen miedo de ver a su verdadero "YO"; tienen miedo de aceptar sus realidades, de aceptar que no son buenos para lo que hacen o para lo que piensan. Sí, uno se puede esforzar, pero prefiero poner mis esfuerzos en algo en lo que realmente sé que haré bien, antes de hacer el ridículo haciéndo algo que quiero hacer, pero que no sé hacer bien. No sé, tal vez yo esté mal... o tal vez tú no te has mirado a tí mismo.
Música Que Estoy Escuchando:
No creo que sea un aficionado. A mi me gusta lo que escribes y estoy seguro que si te oigo tocar me gustará también. tu aspiraciones están "en pausa". En algún momento tomarás esa jean book y retomarás tu historia. Espero leerla cuando la publiques.
ResponderEliminarA mi me ha pasado. He dejado proyectos que comencé en suspenso por mucho tiempo. Luego los revisito, los edito y los escribo.
Adelante y éxito.
Prometeo: Gracias. Eso viniendo del representante del Quinto Poder en Puerto Rico vale mucho.
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