viernes, 16 de mayo de 2014

ESPERA

Entre trastos dejados por la supuesta suerte y el oportuno éxodo a la nada que deja un fuerte y profundo vacío dentro de mi pecho, cual desvelo en plena madrugada de calor y sudor, me entrego. De manos temblorosas, sudorosas y con un corazón que lee a mil latidos por segundo me revelo al desafío que muestra el mundo: vivir y de dejar vivir. Era la luz que iluminaba el pasillo por donde camino la única muestra de claridad; era la luna y las estrellas, era la víspera y el día esperado. Era el ritmo, era la conciencia, la sapiencia, la austeridad... ahora es el eco, el vacío, la soledad en la intimidad, el insomnio sin sentido, el deseo del bien mas hacer el mal. Una amplia salida vestida de sol ilumina las mañanas que llena de caricias, deseo, bondad y consuelo, mas la hora llega, el día en su pleno apogeo, con todo y su esplendor, belleza y energía se convierte en letargo y en espera de su sucesora noche de gula, limpieza y sueños.

Día tras día. Espera.

2 comentarios:

  1. Tremendo. Estás escribiendo Darko. Saludos.

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    1. ¡Gracias, no sabía que había gente que aún me leían! Saludos.

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