No hay nada poético en el viento,
tampoco lo hay en las hojas que se mueven por su andar.
No hay nada poético en unos labios,
donde yacen los males; se sumergen en su paladar.
Si estuviese la Luna cerca le diría que no hay tiempo que perder;
llega la mañana y con ella una máscara de vida.
Por todo vivo, y vivo cada instante como si fuese el último.
Olvido... olvido todo y cada instante para tener un momento nuevo.
Respiro, y respiro todo el aire como si quisiera escapar de mi cuerpo.
Sonrío, pero siempre en mi mente para guardar mi felicidad en mí.
Y las mentiras... mentiras serán porque no habrá verdad que las cubra.
Sobre mil mares de palabras naces sin saber qué significa cada una de ellas.
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